martes, 9 de marzo de 2010

¿Cuántas veces tengo que perdonar?


El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la Perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?"

Ayúdame, Señor, a perdonar,
para recibir, también yo, tu perdón.

Dame fuerza, Señor, para amar a mis adversarios,
para vivir, también yo, en tu amor.

Fortalece, Señor, mi corazón en la misericordia,
para que mi miseria encuentre también tu compasión.

Purifícame, Señor, de todo egoísmo,
de todo orgullo,
de toda ambición,
de toda sensualidad,
de toda envidia,
de toda maldad:
para que mis ojos sean capaces de verte.

Un monje

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