sábado, 12 de diciembre de 2009

Antifona de Vísperas del Domingo 3 de Adviento

No hay otro Dios antes de mí, ni lo habrá después de mí, porque ante mí se doblará toda rodilla y me confesará toda lengua.

Isaías 43, 10; Romanos 14, 11


Yo soy el Alfa y la Omega. El Alfa designa la divinidad del Verbo; la Omega, la huma-nidad asumida. Principio sin término, como se afirma repetidamente en este libro, o bien para insinuar la unidad de la divinidad y la humanidad en Cristo, o bien para mostrar la unidad de la naturaleza de toda la Trinidad, de quien dice el profeta: No hay otro Dios antes de mí, ni lo habrá después de mí.

Beda el Venerable
Comentario sobre el Apocalipsis 22

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